Primera vez sin miedo: consejos prácticos para una experiencia positiva

Puede que te preocupe la primera vez que tengas relaciones sexuales, pero no tiene por qué ser doloroso ni aterrador. Mucha gente se siente igual, y puedes superarlo con algunos pasos sencillos. Hablar con sinceridad con tu pareja suele hacer que ambos se sientan más cómodos, confiados y felices. Los estudios demuestran que las conversaciones abiertas ayudan a sentirse más unidos y seguros juntos . Sé amable contigo mismo/a y aprende a conocer tu propio cuerpo.
Recuerda que la educación en salud sexual te brinda la información necesaria para tomar decisiones que te parezcan correctas.
Conclusiones clave
Es normal sentir nervios antes de la primera vez. Tómense las cosas con calma y hablen con su pareja . Esto les ayudará a ambos a sentirse seguros y cómodos.
No tienes por qué aceptar el dolor durante el sexo. Usa muchos juegos previos y lubricante. Prueba posturas suaves y fáciles para ayudar a aliviar el dolor.
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Conocer tu propio cuerpo explorándolo puede ayudarte a sentirte segura de ti misma. También te ayuda a expresar tus necesidades.
Hablar con claridad sobre lo que quieres y cómo te sientes hace que las cosas sean más seguras. Además, ayuda a que ambas personas disfruten más de la experiencia.
Si aún sientes dolor o miedo, pide ayuda a un profesional sanitario o a un terapeuta. Hay apoyo disponible y puede ser de gran ayuda.
Entendiendo el sexo por primera vez
Miedos comunes
Es posible que sientas emoción y nerviosismo antes de tu primera vez. Mucha gente se pone nerviosa antes de su primera vez. Esto es normal y le sucede a mucha gente. Algunas preocupaciones comunes son:
Me siento nervioso e inseguro sobre lo que sucederá.
Preocuparse por cómo reaccionará tu cuerpo o si terminarás demasiado pronto.
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Tener miedo al dolor o sentirse incómoda, especialmente en el caso de las chicas.
Te preguntas si estás listo o si tus sentimientos son correctos.
Sentir presión de amigos, familiares o la cultura para actuar de cierta manera
Sentir ansiedad al hablar, al decir lo que uno quiere o al dar consentimiento
Te preocupa que no sea tan bueno como esperas.
Es posible que hayas escuchado historias sobre el himen o el sangrado , pero no son ciertas para todas. El himen puede cambiar debido a la práctica deportiva u otras actividades, no solo al sexo. No todas las chicas sangran la primera vez. La virginidad es un tema del que se habla, pero no es algo médico. No existe una prueba para determinarla, y la primera vez de cada persona es diferente. Si te asusta el dolor o el sexo, hablar abiertamente e ir despacio puede ayudarte a sentirte segura.
Consejo: No hay prisa. Tómate tu tiempo y habla con tu pareja sobre lo que te parezca mejor.
Factores emocionales y físicos
Tus sentimientos y tu cuerpo son importantes en tu primera vez. El estrés o la preocupación pueden aumentar la tensión o el miedo, lo que puede intensificar el dolor o el temor. Tu salud mental es tan importante como la física.
Aquí tienes una tabla que muestra cómo diferentes cosas pueden cambiar tu experiencia :
Tipo de factor |
Descripción |
|---|---|
Factores físicos |
Tu cuerpo cambia durante la pubertad. Esto puede hacer que te sientas más preparado o interesado. |
Factores emocionales |
La madurez te ayuda a lidiar con los sentimientos y las decisiones sobre el sexo. |
Factores sociales |
Los amigos, la familia y los medios de comunicación pueden cambiar tu forma de pensar sobre tu primera vez. |
Diferencias de género |
Los chicos y las chicas suelen sentir presiones y expectativas diferentes. |
Educación |
Aprender sobre sexo y protección te ayuda a tomar decisiones más seguras y a sentir menos miedo. |
Normas culturales |
En algunas culturas se espera que esperes hasta el matrimonio . Esto puede hacerte sentir más presión o preocupación. |
Si te sientes estresado o preocupado, no estás solo. Muchas personas tienen miedo al sexo o al dolor. Hablar con alguien de confianza o con un profesional puede ayudarte a sentirte mejor y más preparado.
Dolor durante el sexo
Es normal sentir preocupación por el dolor durante las relaciones sexuales, sobre todo la primera vez. Mucha gente se siente así, pero no tienes por qué resignarte al dolor. Hay cosas que puedes hacer para que el sexo sea más placentero y cómodo.
Causas del coito doloroso
El dolor durante las relaciones sexuales es más frecuente de lo que crees. Hay muchas razones por las que el sexo puede doler, sobre todo la primera vez. Estas son algunas de las causas más comunes:
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La sequedad vaginal puede ocurrir si tu cuerpo no produce suficiente lubricación natural. Esto puede deberse a las hormonas, al estrés o a la falta de juegos previos.
Las infecciones, como las de transmisión sexual o las infecciones por hongos, pueden causar dolor y molestias.
La tensión en los músculos del suelo pélvico provoca que los músculos alrededor de la vagina se tensen. Esto puede hacer que la penetración sea dolorosa.
Algunas afecciones médicas, como la endometriosis o problemas de la piel, pueden causar dolor.
Los problemas de vejiga o intestino, como las infecciones del tracto urinario o la enfermedad inflamatoria intestinal, también pueden hacer que las relaciones sexuales sean dolorosas.
A veces el dolor se siente en la entrada, y otras veces está más adentro.
Si sientes ardor, picazón o ves secreciones inusuales, podrías tener una infección. Debes consultar a un médico si estos síntomas no desaparecen.
Vaginismo y otras afecciones
Algunas personas experimentan dolor debido al vaginismo. Esto significa que los músculos alrededor de la vagina se contraen con fuerza sin que la mujer lo intente. Esta tensión muscular puede dificultar mucho la penetración o incluso imposibilitarla. Si te ocurre esto, no estás sola. Los estudios muestran que alrededor del 2% de las mujeres jóvenes padecen trastornos genitopélvicos/de penetración, que incluyen el vaginismo, y aproximadamente el 12,5% presentan algunos síntomas. Las mujeres jóvenes, especialmente las que tienen relaciones sexuales por primera vez, notan estos problemas con mayor frecuencia.
Aquí tenéis una tabla que muestra la frecuencia de estos problemas:
Grupo |
Porcentaje con síntomas |
|---|---|
Mujeres jóvenes (edad de primera relación sexual) |
Hasta un 12,5% |
Mujeres menores de 25 años (datos clínicos) |
18% |
Mujeres en clínicas de planificación familiar |
16% |
No tienes por qué vivir con dolor durante las relaciones sexuales. Si sigues sintiendo dolor o molestias, habla con un profesional de la salud. Él o ella podrá ayudarte a descubrir qué te ocurre y sugerirte maneras de disfrutar más del sexo .
Superar el dolor sexual
Puede que te preocupe experimentar dolor durante las relaciones sexuales, pero no tienes por qué aceptarlo como algo normal. Mucha gente cree que el dolor es parte de la primera vez, pero no es cierto . Mereces tener relaciones sexuales sin dolor, y hay muchas maneras de hacer que tu primera experiencia sea más cómoda y placentera. Superar el dolor durante el sexo comienza por comprender tu cuerpo, hablar abiertamente y usar consejos prácticos que realmente funcionan.
Lubricación y preliminares
La lubricación marca una gran diferencia para tener relaciones sexuales sin dolor. Tu cuerpo no siempre produce suficiente lubricación natural, sobre todo si te sientes nervioso o con prisa. Usar un lubricante a base de agua o silicona puede ayudar a reducir la fricción y facilitar la penetración. Estudios clínicos demuestran que más de la mitad de las personas que usan lubricante experimentan menos dolor y mayor comodidad durante el sexo. Tanto tú como tu pareja disfrutarán de una experiencia más placentera y probablemente te sentirás más relajado.
Los preliminares son igual de importantes. Su importancia es innegable. Cuando dedicas tiempo a besar, tocar o cualquier cosa que te haga sentir bien, tu cuerpo se prepara para el sexo. Unos preliminares prolongados ayudan a que tu cuerpo produzca más lubricación natural y relajan los músculos del suelo pélvico. Esto significa menos tensión y menos dolor. Las parejas que dedican entre 15 y 25 minutos a los preliminares suelen sentirse más satisfechas y tienen más probabilidades de alcanzar el orgasmo. Además, se fortalece la confianza y la conexión emocional, lo que ayuda a sentirse seguro y cuidado.
Consejo: No tengas prisa. Tómate tu tiempo con los preliminares y usa abundante lubricante . Tu comodidad es lo primero.
Progresión gradual
Ir despacio es una de las mejores maneras de empezar a superar el dolor sexual. No es necesario hacerlo todo de golpe. Empieza con caricias suaves y avanza solo cuando te sientas preparada. Escucha a tu cuerpo y detente si sientes dolor. La comunicación abierta con tu pareja os ayuda a ambos a saber qué os gusta y qué no. Podéis probar diferentes cosas y ver qué funciona mejor para vosotros.
Si has experimentado dolor durante las relaciones sexuales en el pasado, es posible que sientas miedo de intentarlo de nuevo. No te preocupes, es normal. Da pequeños pasos y celebra cada pequeño progreso. También puedes probar técnicas de autoayuda, como ejercicios suaves para el suelo pélvico o métodos de relajación. A algunas personas les resulta muy útil la fisioterapia del suelo pélvico . En un estudio, las mujeres que probaron esta terapia pasaron de evitar las relaciones sexuales a disfrutarlas casi sin dolor. Superar el dolor sexual es posible y no tienes que hacerlo sola.
Posiciones cómodas
Elegir la postura adecuada puede marcar una gran diferencia a la hora de aliviar el dolor durante las relaciones sexuales. Algunas posturas ejercen menos presión sobre las zonas sensibles y permiten controlar la profundidad y la velocidad. Los expertos suelen recomendar la postura de la vaquera (tú encima, tu pareja tumbada boca arriba) como la menos dolorosa. Puedes avanzar a tu propio ritmo y parar si sientes dolor. La postura del misionero (tu pareja encima, cara a cara) también es una buena opción, sobre todo si usas almohadas para apoyar la espalda.
Aquí tenéis un gráfico que muestra la comparación entre diferentes posiciones en cuanto a dolor y comodidad :

Posición sexual |
Nivel de dolor (🔥 = dolor) |
Consejos de expertos |
|---|---|---|
Vaquera |
🔥 (menos doloroso) |
Tú controlas el movimiento; usa almohadas para mayor comodidad. |
Misionero |
🔥🔥 |
Ajusta los ángulos; apoya tu columna vertebral con almohadas. |
Estilo perrito |
🔥🔥🔥 |
Puede causar dolor de espalda; utilice almohadas para ajustar la altura. |
Cucharita |
🔥🔥🔥🔥🔥 (el más doloroso) |
No se recomienda para quienes lo usan por primera vez; puede causar dolor de cadera. |
Prioriza siempre la comodidad. Usa almohadas, cambia de posición y habla con tu pareja sobre qué te resulta más cómodo. Si el dolor persiste, no lo ignores. Recuperarse del dolor durante las relaciones sexuales lleva tiempo y puede que necesites ayuda de un médico o terapeuta. Superar el dolor sexual consiste en encontrar lo que te funciona y asegurarte de sentirte segura y feliz.
Recuerda: superar el dolor sexual no se trata solo de tu cuerpo. Se trata de confianza, cuidado y de escucharte a ti misma. Mereces comodidad y placer siempre.
Superar el miedo al sexo

Es muy común sentir nervios antes de la primera vez. Puede que notes que tu corazón se acelera o que tu mente se llena de preocupaciones. El miedo al sexo puede generar tensión, pero puedes aprender a sentirte tranquila y segura. Veamos algunos pasos sencillos para superar el miedo al sexo.
Técnicas de relajación
Puedes usar técnicas de relajación para que tu cuerpo y mente se sientan seguros. A muchas personas les resulta útil la respiración profunda para calmar los pensamientos acelerados. Intenta inhalar lentamente por la nariz, mantener la respiración unos segundos y luego exhalar por la boca. La meditación de atención plena también es efectiva. Te ayuda a concentrarte en el presente en lugar de preocuparte por lo que podría suceder. Algunas personas utilizan la terapia cognitivo-conductual (TCC) para combatir los pensamientos negativos sobre el sexo. La TCC te enseña a identificar y modificar patrones de pensamiento perjudiciales. También puedes descubrir que hablar abiertamente con tu pareja te ayuda a sentir menos presión. Un estilo de vida saludable, con ejercicio regular y un buen descanso, puede hacerte sentir más fuerte y menos ansioso.
Consejo: Si sientes mucha ansiedad, puedes hablar con un terapeuta. Él o ella puede ayudarte a encontrar la mejor manera de relajarte antes del sexo.
Autoexploración
Conocer tu propio cuerpo es un gran paso para reducir el miedo al sexo. Puedes explorar qué te gusta a solas, sin presiones. Esto te ayuda a descubrir qué te agrada y qué te hace sentir segura. Puedes probar con caricias suaves o usar un espejo para observar tu cuerpo. Cuando entiendas qué te resulta cómodo, puedes compartirlo con tu pareja. Esto facilita expresar lo que deseas y lo que no. La autoexploración también te ayuda a sentirte más en control, lo que reduce la ansiedad.
Fomentar la confianza
Ganar confianza lleva tiempo, pero puedes lograrlo. Los terapeutas sexuales sugieren diferentes maneras de ayudarte a sentirte segura de ti misma. Aquí tienes una tabla con algunos métodos útiles:
Método |
Finalidad y beneficios |
|---|---|
Ejercicios de enfoque sensorial |
Genera confianza a través del tacto suave y reduce las preocupaciones sobre el rendimiento. |
| Formación en habilidades de comunicación |
Te ayudaremos a hablar de tus necesidades y a escuchar a tu pareja. |
Atención plena y conciencia sensorial |
Te ayuda a concentrarte en el momento presente y a preocuparte menos por los errores. |
Terapia cognitivo-conductual |
Cambia los pensamientos negativos y aumenta tu autoestima. |
Procesamiento emocional |
Supera las preocupaciones del pasado que puedan afectar tu confianza. |
Puedes empezar poco a poco. Intenta hablar de tus sentimientos con tu pareja o fijar objetivos sencillos para cada paso. Recuerda, nadie espera que seas perfecto/a. La confianza crece a medida que aprendes y pruebas cosas nuevas. Si aún sientes mucho miedo al sexo, un/a terapeuta sexual puede guiarte con ejercicios específicos y brindarte apoyo .
Recuerda: Superar el miedo al sexo es un proceso. Mereces sentirte segura, feliz y confiada en cada paso del camino.
Comunicación y confianza

Discutiendo sobre límites
Hablar sobre límites te ayuda a sentirte segura y respetada. Puede que al principio te sientas nerviosa, pero compartir tus límites y pedir consentimiento antes de cualquier cosa marca una gran diferencia. Cuando tú y tu pareja hablan sobre lo que quieren, lo que no quieren y cómo se sienten, ambos construyen confianza. Este tipo de conversación abierta te ayuda a sentirte empoderada y cómoda. También significa que pueden hablar de temas como la anticoncepción, la frecuencia con la que desean tener relaciones sexuales y lo que les parece adecuado. Al hablar de límites, crean un espacio donde ambos se sienten valorados. Esto conduce a una mayor comodidad emocional y a una experiencia más satisfactoria.
Consejo: Puedes preguntarle a tu pareja durante el sexo: "¿Está bien así?" o "¿Cómo te sientes?". Esto demuestra que te importa su comodidad.
Expresar necesidades
Mereces que se escuchen tus necesidades. Al compartir lo que te gusta o no te gusta, ayudas a tu pareja a comprenderte mejor. Aquí tienes algunas maneras en que expresar tus necesidades puede mejorar tu primera vez:
1. Se construye respeto y seguridad emocional . 2. Puedes hablar de tus deseos y preocupaciones sin sentirte juzgado/a. 3. Dedicar tiempo a hablar y usar frases con "yo" te ayuda a sentirte escuchado/a. 4. Te aseguras de que ambos den y reciban consentimiento. 5. Respetar los deseos del otro hace que la experiencia sea más placentera. 6. Puedes hablar de fantasías o preferencias sin vergüenza. 7. Los expertos afirman que crear un espacio seguro para estas conversaciones hace que la primera relación sexual sea más cómoda.
Nota: Puedes decir: “Me gusta cuando tú…” o “Me siento nervioso/a por…” para iniciar la conversación.
Creación de un espacio seguro
Un espacio seguro significa que ambos se sientan relajados y libres de ser ustedes mismos. Pueden usar estas estrategias para lograrlo:
| Estrategia |
Descripción |
Consejo práctico |
|---|---|---|
Realicen reuniones periódicas para compartir ideas. |
||
Desarrollar la autoconciencia |
Observa tus propios sentimientos y compártelos. |
Reflexiona a diario y habla con sinceridad. |
Abordar los conflictos |
Resuelve los problemas antes de que se agraven. |
Escucha y llega a un acuerdo después de calmarte. |
Vínculo emocional |
Dediquen tiempo a estar juntos fuera del ámbito sexual. |
Sal a caminar o ten conversaciones profundas. |
Reducir el estrés |
Mantén tu espacio tranquilo y en paz. |
Crea un rincón acogedor en casa para relajarte. |
Afecto no sexual |
Abraza, acurruca o toma de la mano con frecuencia. |
Prueba con cinco minutos de contacto físico cada día. |
Conversaciones seguras |
Habla abiertamente sobre límites y miedos. |
Sé honesto y escucha sin juzgar. |
También puedes empezar con caricias o masajes , usar la respiración profunda para relajarte y avanzar solo cuando ambos se sientan listos. Recuerda, no tienes que ignorar el dolor ni el miedo. Si necesitas ayuda, hablar con un profesional puede facilitar las cosas.
Cuándo buscar ayuda
Dolor o ansiedad persistentes
Algunas personas creen que el dolor durante el sexo es normal, pero no debe ignorarse si es recurrente. A veces el dolor desaparece, pero si persiste o empeora, es importante prestarle atención. También es posible que sientas ansiedad antes o después del sexo. Si esta ansiedad no desaparece, puede dificultar tu vida diaria y tus relaciones de amistad. Debes sentirte segura y feliz, no atrapada por el dolor o el miedo.
Aquí hay algunas señales que indican que deberías buscar ayuda profesional:
Sientes dolor cada vez que tienes relaciones sexuales, incluso si usas lubricante o pruebas nuevas posiciones.
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Sientes dolor que dura horas o días después del sexo.
Sientes miedo o preocupación por el sexo la mayor parte del tiempo.
Dejas de tener relaciones sexuales por dolor o miedo.
No puedes dormir bien, te sientes cansado todo el tiempo o ya no disfrutas de las cosas que antes te gustaban.
Piensas en hacerte daño o sientes que nada va a mejorar.
Si notas alguno de estos síntomas, no estás sola. Muchas personas sienten dolor o preocupación, y está bien pedir ayuda. A veces, el dolor proviene de causas como dolor pélvico crónico, infecciones o estrés. También podrías sentirte triste o tener dificultades para hablar con tus seres queridos.
Ejemplos y descripción |
|
|---|---|
Estado de ánimo bajo persistente |
Sentirse triste, desesperanzado o sin interés en las cosas durante mucho tiempo. |
Autolesión |
Autolesionarse para lidiar con el dolor emocional. |
Recuerdos y pesadillas |
Malos recuerdos o sueños sobre eventos pasados que te provocan ansiedad o te impiden dormir. |
Síntomas físicos del trauma |
Dolor persistente (como dolores de cabeza o dolores articulares), problemas estomacales o problemas cardíacos. |
Si alguna vez sientes que las cosas te superan o ves estas señales, pedir ayuda es un acto valiente e inteligente.
Apoyo profesional
No tienes que lidiar con el dolor o la preocupación sola. Buscar ayuda profesional puede ser de gran ayuda. Médicos, psicólogos y sexólogos saben cómo tratar el dolor y la ansiedad relacionados con la sexualidad. Pueden detectar problemas de salud, enseñarte técnicas de relajación y ayudarte a conocer mejor tu cuerpo. Algunos especialistas, como los del suelo pélvico, ayudan con el dolor causado por la tensión muscular o el dolor pélvico crónico.
Puede que te sientas nervioso/a al hablar con alguien, pero muchas personas se sienten mejor después de solo unas pocas visitas. Estos expertos pueden ayudarte a ti y a tu pareja a comunicarse con mayor facilidad, aprender cosas nuevas y sentirse más seguros de sí mismos. También saben cómo ayudar si has sufrido un trauma o abuso.
Aquí tienes algunos lugares a los que puedes acudir si necesitas más ayuda o información:
Scarleteen tiene artículos sobre sexo, placer y cómo hablar con los demás. Puedes aprender sobre los cuidados posteriores y cómo lidiar con el dolor o la incomodidad.
Teach Us Consent cuenta con podcasts y carteles sobre consentimiento, respeto y relaciones sanas. También ofrece ayuda para diferentes culturas y grupos.
Recuerda, buscar ayuda profesional no es una debilidad. Estás cuidando de ti mismo y de tu felicidad futura.
Puedes tener una primera experiencia positiva si te preparas y hablas con franqueza . Muchas personas encuentran que compartir sus sentimientos y establecer límites ayuda a evitar el dolor y a generar confianza. Si sientes dolor, recuerda que no tienes que afrontarlo solo/a; buscar ayuda demuestra fortaleza y puede aliviar tanto el dolor físico como el emocional.
Siempre hay apoyo disponible, ya sea que quieras hablar sobre el dolor, recibir consejos o simplemente necesites que alguien te escuche.
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Es posible que encuentres consuelo en los recursos del campus o de la comunidad , o hablando con alguien que te entienda.
Confía en ti misma, respeta tus necesidades y recuerda que mereces disfrutar sin dolor. Tu camino es tuyo; trácelo a tu propio ritmo.
Preguntas frecuentes
¿Qué pasa si me siento nerviosa antes de mi primera vez?
Es normal sentir nervios. Puedes hablar con tu pareja sobre cómo te sientes. Intenta respirar profundamente o escuchar música que te guste. Tómalo con calma. No tienes que apresurarte. Tu bienestar es lo más importante.
¿Siempre duele la primera vez?
No, no siempre duele. Muchas personas solo sienten una leve molestia o ningún dolor. Usar lubricante y tomarse su tiempo ayuda mucho. Si sientes dolor, detente y habla con tu pareja. Siempre puedes intentarlo de nuevo más tarde.
¿Cómo puedo hablar con mi pareja sobre lo que quiero?
Empieza con palabras sencillas. Puedes decir: «Me gusta esto» o «¿Podemos ir más despacio?». Usa frases con «yo». Tu pareja quiere saber cómo te sientes. Hablar con sinceridad os ayudará a ambos a sentiros seguros y felices.
Consejo: Practica decir lo que quieres frente a un espejo. ¡Verás que se hace más fácil!
¿Qué debo hacer si sigo sintiendo dolor?
Si el dolor persiste, debes consultar a un médico o a un especialista en salud sexual. Ellos pueden ayudarte a descubrir la causa. No tienes por qué soportar el dolor. Buscar ayuda es una decisión inteligente.
¿Puedo decir que no incluso si ya hemos empezado?
Sí, siempre puedes decir que no. Tienes derecho a parar en cualquier momento. Tu pareja debe respetar tu decisión. Sentirte segura es lo más importante.
Recuerda: El consentimiento es continuo. Tú tienes el control.
